El metaverso continúa trayendo más preocupaciones que beneficios tanto a Meta como a sus accionistas. La ambiciosa estrategia de Mark Zuckerberg, diseñada para transformar el futuro de Facebook, ha disparado los costos de la compañía, mientras que sus ingresos comienzan a mostrar signos de debilitamiento en un contexto económico desfavorable, caracterizado por la reducción de la inversión empresarial en publicidad.
La red social, que apenas un año atrás cambió su nombre a Meta Platforms como una señal clara de su compromiso con el metaverso, cotiza en Wall Street a niveles que no se veían desde octubre de 2015. La semana pasada, tras la publicación de sus resultados financieros correspondientes al tercer trimestre, el valor de sus acciones cayó por debajo de los 100 dólares, reflejando la creciente desconfianza de los inversores en este proyecto de realidad virtual.
Los resultados de Meta para el último trimestre reportaron una caída de ingresos del 4%, situándose en 27.714 millones de dólares (equivalente a 28.048 millones de euros). Sin embargo, lo que generó mayor preocupación en el mercado fue el desplome del 52% en el beneficio neto de la compañía, una consecuencia directa del aumento del 19% en los gastos operativos, que alcanzaron los 22.050 millones de dólares (22.315 millones de euros).
Analistas de XTB señalan varios factores detrás de este desplome bursátil. Entre ellos destacan las dudas persistentes sobre el desarrollo del metaverso, una inversión de miles de millones que aún no muestra signos de rentabilidad en el corto o medio plazo. Esta incertidumbre se combina con una tendencia a la baja en los ingresos por publicidad, la principal fuente de ingresos de Meta. Además, la empresa enfrenta una competencia cada vez más feroz con aplicaciones como TikTok y los cambios en las políticas de privacidad de Apple, que dificultan la personalización de los anuncios al exigir que aplicaciones como Facebook obtengan el permiso explícito de los usuarios para rastrear sus datos en otras plataformas.
La unidad de metaverso, conocida como Reality Labs, ha experimentado una notable disminución en sus ingresos, logrando solo 285 millones de dólares (288,6 millones de euros) durante el tercer trimestre, lo que representa una caída del 48% en comparación con el mismo periodo del año anterior y un 36% menos que en el segundo trimestre de 2022. Paralelamente, las pérdidas en esta división especializada se han incrementado. En el último trimestre, Reality Labs registró pérdidas operativas de 3.672 millones de dólares (3.718 millones de euros), lo que supone un aumento del 39% respecto al año anterior y eleva las pérdidas acumuladas de 2022 a 9.438 millones de dólares (9.556 millones de euros).
La apuesta de Zuckerberg por el metaverso ha sido interpretada como un riesgo enorme, y algunos inversores empiezan a cuestionarse la viabilidad de este proyecto en una fase donde los beneficios parecen lejanos y las pérdidas se incrementan trimestre tras trimestre.
